Fraternidad judeo - cristiana
A diferencia de otros lugares de las Coronas de Castilla y Aragón, en el reino de Galicia no hubo durante la Edad Media motines populares antisemitas. Lo más parecido fue el asalto a la sinagoga de Ourense, en 1442, que resultó “destruida”, por el bando nobiliario de los Cadórnigas, que se llevaron consigo “las árboles” (rollos de la Torá) e incluso les robaron después 50 maravedís viejos. Tanto el Ayuntamiento como la Iglesia de Ourense condenaron el atentado a la “casa de oración” de los judíos. Lo más duro fue el representante del obispo que excomulgó a Pedro Díaz de Cadórniga y a sus hombres, es decir, trató el delito antijudío como si fuera un sacrilegio cometido en una iglesia cristiana.
El origen
Es propio de la Galicia pre-irmandiña este sentimiento de agravio de todas las víctimas contra los caballeros malhechores y sus fortalezas, víctimas expiatorias de unas tensiones sociales que en otros lugares se descargan contra los judíos.
La amistad entre cristianos y judíos se muestra nuevamente, en 1457, en una boda de hidalgos ourensanos donde se acordó, estando judíos y concejales presentes, reconciliar a dos mujeres judías que se habían peleado, que fueron liberadas por el Ayuntamiento de su cadena para que pudieran comparecer ante los jueces de la aljama. Desde las Partidas de Alfonso X estaba “prohibido” que judíos y cristianos hicieran banquetes juntos, pero el Reino de Galicia iba a contracorriente, y el 25 de abril de 1467, iniciada la gran revuelta contra los nobles malhechores, un canónigo de la catedral de Ourense relata cómo “los de la Santa Hermandad habían lanzado un pregón para que laicos y clérigos, judíos y moros, fueran a derribar el castillo de Ramiro.”
La tradicional y secular tolerancia entre judíos y cristianos de la Galicia medieval, desde el siglo X, se convierte así, al final de la Edad Media, en una amistad judeo-cristiana, defensiva en común de los agravios sociales (al punto que en 1368 se ofrecen para pagar fortalezas a los caballeros protectores (Mendo González, 1044), a agresores provocando al final la revuelta de la Santa Hermandad 1467-1469, en el momento histórico de mayor desfase entre la situación de los judíos en Galicia y en el resto de la Corona de Castilla: en esos años se producen matanzas de judíos y conversos en Toledo (1467), Sepúlveda (1468) y Tolosa (1469); mientras tanto, en Galicia la Santa Hermandad junta campesinos y canónigos, judíos y moros, para derribar fortalezas.