Iconografía Judía
El gorro redondo de Isaías en el Pórtico de la Gloria, obra del siglo XII, evoluciona, como en todo el Occidente medieval, a medida que el antisemitismo se va manifestando abiertamente, hasta transformarse en el típico gorro puntiagudo que identifica y ridiculiza a los judíos.
La formación de un estereotipo
Así, en las viñetas de las *Cantigas de Santa María*, recopiladas en gallego por Alfonso X «El Sabio» a mediados del siglo XIII, se pueden ver tres tipos de gorros puntiagudos: 1) en forma de borla, 2) como un casco prismático, 3) un sombrero con alas. Gorros que, a veces, los iluminadores también cubrían con una capucha igualmente puntiaguda. Los cristianos, en cambio, llevan un digno bonete (Cantiga 25). La intención es ejemplificar y discriminar con el fin de demostrar la superioridad cristiana, que en ese momento se expresa de forma pacífica: se pretende convertir a los judíos mediante milagros de la Virgen que ellos no reconocían.