Exposición «Serenidade» en la Iglesia de la Madalena

 

La Iglesia de la Magdalena acogerá, a partir del 5 de julio, la exposición ‘Serenidad’, una selección de obras del reconocido artista neozelandés Tony Lane. La inauguración tendrá lugar ese mismo día a las 20:00 horas, y marcará el inicio de una muestra que invita a la contemplación pausada y al diálogo entre lo sagrado y lo cotidiano.

Tony Lane (Katikati, 1949) es una de las voces más singulares del arte contemporáneo de Nueva Zelanda. Con una trayectoria internacional que incluye exposiciones en Nueva York, Londres, Barcelona, Sevilla, Gstaad o Hong Kong, su obra se inspira en las tradiciones artísticas del pasado: desde los retablos bizantinos y frescos italianos hasta los bodegones españoles del siglo XVII o los paisajes del primer Renacimiento, en diálogo con referentes modernos como Colin McCahon.

Sus piezas, realizadas con técnicas tradicionales sobre paneles encalados y encerados, combinan motivos religiosos y objetos cotidianos en un lenguaje simbólico que plantea preguntas sobre la divinidad, la naturaleza y lo sobrenatural. Enmarcadas en pesados marcos dorados, las obras de Lane crean una atmósfera de introspección y misterio. Como afirmó el crítico Mark Amery sobre su exposición Metafísica Práctica en la City Gallery de Wellington: «Lane juega con la puesta en escena teatral de la devoción, como si nos revelara los secretos de la magia mientras encendiera fuegos artificiales para la mente».

La exposición podrá visitarse el 6 de julio de 10:30 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas, y, del 7 al 13 de julio, de 18:00 a 20:00 horas. La muestra permanecerá cerrada del 14 al 27 de julio por la celebración de la Mostra Internacional de Teatro (MIT), y volverá a abrir del 28 de julio al 8 de agosto de 11:00 a 13:00 y de 18:30 a 20:30 horas.

Con más de 100 exposiciones individuales a sus espaldas y obra presente en las principales colecciones públicas de Nueva Zelanda —incluyendo el Te Papa Tongarewa, la Auckland Art Gallery o la Govett-Brewster Art Gallery—, Tony Lane continúa explorando el poder simbólico de la imagen en una obra profunda, silenciosa y luminosa.